sábado, 8 de agosto de 2009

LA REFORMA DEL ESTADO.


DESDE MI POSTIGO (2005/2009)
Boletín sobre economía, política y social
C.P. Víctor M. Castillo Vargas
Agosto 2 del 2009
Contenido:
La Reforma del Estado.

La Reforma del Estado es sin duda una asignatura pendiente que la próxima legislatura tendrá que abordar, sobre todo porque el PRI logró utilizar bien la poderosa estructura que conformó durante su reinado para convencer a quienes hartos de sentirse víctimas de la corrupción institucionalizada, les permitió volver a dominar, desde el Congreso de la Unión, el destino del México subdesarrollado que padecemos. Sí, su poder llegó a ser tan grande que unos cuantos millones de mexicanos disfrutan de la abundancia, en tanto muchos, muchos millones más se retuercen entre la pobreza y la miseria. Esto es una vieja letanía que a pesar del supuesto cambio de estafeta en el 2000, se conserva casi intacta, pues el PAN perdió su gran oportunidad de cambiar tal estado de cosas. Sin embargo, debemos estar conscientes de las razones que sirvieron de excelente pretexto para que el retorno del PRI, con nueva máscara, dé seguimiento a sus lesivas intenciones.
Es cierto, de esta historia no son culpables todos los priistas, sino sólo los que logran colocarse en la cúpula de su estructura, porque en las dictaduras uno es el que manda, y en el PRI no es sólo uno, pero sí unos cuantos que se transmiten el “honor” de tejer el destino de México con las agujas de sus propios intereses. Es verdad también que las intenciones de estos “ca…becillas” es convertirse ahora en un consejo dictatorial para manipular al Poder Ejecutivo; y por eso ahora buscarán la forma parlamentaria.
Es desde luego una estrategia que, reflejada en los estilos de gobierno que imperan en la Unión Europea con bastante buen éxito, sirva para convencer a la oposición que es el mejor camino para cambiar las cosas en nuestro país.
Miren ustedes, no pretendo descubrir el agua tibia, como muchos calificarán estos comentarios; sino contribuir en algo para que estemos alertas en el planteamiento de tal propuesta. No puedo evitar repasar en qué consiste el régimen parlamentario. El pueblo elige a sus representantes propuestos por los consabidos partidos políticos que son, dicho sea de paso, el costo derivado de la “democracia”. Y estos a la fecha, no son más de dos -uno de derecha y otro de izquierda, por supuesto- los que se disputan el honor de ser los conductores de las decisiones legislativas, y de éstos son sus presidentes los que resultan elegidos “Jefes de Gobierno” -equivalentes a Presidentes de las Repúblicas- que comparten también con los jefes de Estado para darle “brillo” a la democracia.
Bueno, pues esto es lo que el PRI genialmente está maquinando, para tomarnos, una vez más el pelo. Quizás también propongan la reelección de legisladores; claro, para asegurar que estos cambios se conserven a perpetuidad, como parte del engaño; y reducir los periodos de gobierno a cuatro años, para que también sean reelegibles, al menos por un periodo más.
Ante esta genialidad, cualquier argumento en contra, será satanizado, para que nada ni nadie se interponga entre tales planes.
Que el sistema parlamentario sea mejor o no al presidencial, tal vez sea materia de otro postigo; así es que pasemos al tema de la Reforma del Estado:
Esta es urgente, desde luego; pero tan vasta que no sería posible tenerla en esta legislatura que empezará el próximo 1º. de septiembre. No olvidemos que hasta enjundiosos debates se han organizado por nada más ni nadie menos que don Porfirio Muñoz Ledo, ahora próximamente instalado en la “H” Cámara de Diputados, apoyado obviamente por el ínclito don Gerardo Fernández Noroña y desde luego por los representantes afines a don A. Manuel López Obrador; lo que augura una feroz batalla campal en el “H” Congreso de la Unión.
Para proteger al presidente sin contendiente electoral, José López Portillo, el licenciado Jesús Reyes Heroles se dio a la tarea de iniciar una reforma política y constitucional que, de paso, legitimara a su jefe. Le siguió por inercia Miguel de la Madrid imponiendo su lema “La renovación moral del Estado y la sociedad” que resultó ser una vergüenza más de carácter institucional. Y claro, tuvo que hacer sus intentos al respecto Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo; continuando en esta meta sin fin, el señor FOX y desde luego Felipe Calderón. ¿Por qué meta sin fin: porque son muchos los intereses que entran en esto, naturalizados, por supuesto, por el PRI y los que han sido sus amos. Esto aunado a que dicha reforma, dadas las características de obesidad que los parches le han ido acomodando en dichos intentos, es materialmente imposible concluirla, y así seguirá siendo si no se deciden a fraccionarla. Cada ramo del aparato administrativo del gobierno tiene que ser visto de acuerdo a su materia; misma que en cuanto a ejecución, registro, seguimiento, y supervisión, puede ser similar a otros, pero en esencia, finalidad y destino, sin duda son exclusivos, aunque naturalmente coordinables con los demás por razón de ser todos afectos al desarrollo de la economía en general. Sí, pero esto último no interfiere en darle a cada ramo la atención especial que le corresponde. Sí, puede decirse que así se ha hecho; pero siempre con la mira de aprobar cada tema una vez lograda su integralidad.
El aspecto fiscal que abarca a todos, debe evaluarse sobre los efectos, no al desarrollo y ejecución de cada materia. Sí, esto es una apreciación particular, no la Biblia, pero considérenlo como un punto de vista a manera de aportación.
Continuará.

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