jueves, 30 de abril de 2009

MÉXICO PEOR POR NOSOTROS MISMOS




DESDE MI POSTIGO (2005/2009)
Boletín sobre economía, política y social
C.P. Víctor M. Castillo Vargas
Abril 30 del 2009
MÉXICO PEOR POR NOSOTROS MISMOS.

Contenido:
Anular el voto.- Y, lo que nos faltaba.

Anular el voto es una forma de protesta ciudadana que va cobrando adeptos. Votar, Sí; pero invalidando las boletas respectivas.
¡PIÉNSALE!
Miren ustedes, entiendo que se presenten inconformidades entre los lectores de estos postigos, porque sin exagerar, miles que los leen, es natural que no todos piensen igual. Unos porque tienen sus intereses cerca del PRI, del PAN, del PRD o de los bonsái; otros porque no quieren saber nada de política por no entenderla o simplemente porque no les interesa; así es que hago esta precisión para que se enteren que leo y acepto lo que me escriben como respuesta, porque tienen todo el derecho de hacerlo. Afortunadamente son los menos, pero me veo obligado a hacer un intento de explicación:
El señor presidente, no ha propiciado los resultados alarmistas de su campaña contra el narco y el crimen organizado o desorganizado pero existente; tampoco tuvo algo que ver con que se desatara la crisis financiera que alcanzó niveles mundiales; y mucho menos esparció el virus de la influenza estacional llamada gripe porcina que nos tiene en alerta epidemiológica. Pero sí tiene culpa en que en materia de educación, de reactivación económica, y del desgarriate político emprendido por todos los partidos políticos; poco o nada haga para medio resolverlo.
No podemos negar que la educación esté en las sucias intenciones de la maestra Gordillo, y que supiera muy bien comprar su permanencia en el SNTE que le sirve para enriquecerse apoyando a FCH con el enorme peso electoral que posee, y hasta que se tome el lujo de burlarse de él.
Sí, es cierto, la maldita corrupción que ha sentado sus reales en nuestro país, no sólo es electoral; está en todas las instituciones donde la población tenga que hacer un trámite o protestar por un abuso cometido en su persona o en sus bienes o derechos. Y también es cierto que recomponer una economía maltrecha por diversas razones, no es fácil. Y que también que el presidente no es el “superhéroe” que todos quisiéramos; pero por lo mismo, todas las calamidades que se le han juntado con efecto directo a la ciudadanía, deben depositarse para su solución o combate, en cada responsable del área correspondiente; coordinado claro está, por el jefe de todos ellos.
Muy bien, pero coordinar y estar pendiente de la atención y evolución de cada caso, de ninguna manera debe eliminar la atención a lo que afecta otras líneas que tienen su propio cuadro de cuidado.
Que los medios de comunicación den preferencia a la nota del día, es natural; pero pronto tendrán que retomar las otras cuestiones; sólo que para entonces el desempleo seguirá igual o peor; las equivalencias monetarias retomarán su alza feroz y los especuladores aumenten sus ganancias; y las empresas productoras de todo, incrementen sus descalabros por efecto no de los problemas que no son culpa directa del Presidente de la República, sino de lo que ya sabemos los han originado.
Bueno pues por eso, es que resulta fácil pensar que las calamidades no son propiciadas por FCH; pero de que le favorecen en imagen, no hay duda. Y que debe ocuparse de todo lo demás; ¡por supuesto!
Ahora bien, y digan ustedes si no, para acabarla de amolar contamos con una red de noticieros desde el D.F. que evidentemente tienen sus preferencias políticas, y que también han mutado de ser una excelente opción informativa para la población, a una amenaza de desinformación, precisamente ahora que se requiere unidad de criterios y de acción para evitar la propagación del virus de influenza porcina. Lo que está sucediendo es real y se encuentra presente a nivel mundial, sin convertirse aún en una pandemia. Así es que si a esto le añadimos las tendencias diversas de desinformación, se están convirtiendo en una amenaza peor que la propia enfermedad, sin duda mortal de no atenderse con los cuidados del caso. ¿Cómo lo hacen? Bueno, pues con la estrategia de siempre, divulgando entrevistas a las que imprimen sus dotes detectivescas para enredar a los responsables de dar una opinión autorizada. Y de paso difundiendo alguna opinión del público que ha experimentado un mal servicio en las clínicas y hospitales de la ciudad. Y claro mezclando dos que tres diferentes. Ingenioso, ¿no? Todo para desacreditar a los gobiernos federal y del D.F. y de paso del estado de México, según sea el caso; colocando a la población en la disyuntiva de creer o no creer en Calderón, en Marcelo Ebrard o en Peña Nieto, que abarcan, casualmente los tres partidos principales en contienda electoral. Y peor aún, creer que nos están engañando con el cuento de una epidemia mortal. Vaya pues, ¡lo que nos faltaba!
Q
ue hay deficiencias, las hay; recordemos que perfecciones en todo, todavía no se dan en ninguna parte del mundo.
FIN

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