ECOS Y EFECTOS DE LAS ELECCIONES.

DESDE MI POSTIGO (2005/2009
Boletín sobre economía, política y social
C.P. Víctor M. Castillo Vargas
Julio 11 del 2009
Contenido:
Ecos y efectos de las elecciones.- El voto nulo, presente.

Ecos y efectos de las elecciones:
Muy bien, la mayoría de votantes activos en el padrón electoral, decidió resucitar al PRI; y digo activos porque en dicho padrón aparecen hasta los que ya no existen bien por fallecimiento o por estar fuera permanentemente del país. ¿Qué importancia tiene esto? Bueno, pues que el abstencionismo no es tan como se muestra -fue menor-, y los votos nulos tampoco -seguro fueron más- pues está por verse que hayan sido contados con escrupulosidad y aplicados correctamente; “aquí sí, valdría solicitar, voto por voto, casilla por casilla” a ver qué pasa.
Y dice bien Jorge Castañeda: “Pa´ priistas gobernando, mejor el PRI.” Gran verdad, todo el aparato gubernamental de Calderón es priista, salvo “honrosas” excepciones.
Claro, resucitar es un decir, porque nunca ha estado muerto; su fuerza está y seguirá estando en los presupuestos públicos que manejan con entera y cínica impunidad sus gobernadores en los estados. Y claro también, que el PAN y el PRD, o sea, todo aquel bajo las siglas que sean y que esté con este poder de decisión presupuestal hagan lo mismo. ¿Por qué? Porque en libro abierto y sin quien lo vigile, todo el que pasa lee. Beatriz Paredes no fue la arquitecta del triunfo priista; fue, como siempre lo ha sido, buena ejecutora de la voz del amo. Es astuta desde luego, y para los mexicanos, esto cuenta mucho. Y entonces, cobijada por los presupuestos del estado de México y de los demás estados bajo la férula del PRI, y por el interés de las televisoras en tener su cuota de diputados que luchen por ellas, parece ser un genio de la política. Y visto así, vaya que lo es, porque el pueblo se hunde cada vez más, en la desinformación, y lo que es peor, en la incultura.
Pero el PRI está de vuelta, y de llegar a Los Pinos, hará lo que sabe hacer: “presidencialismo”. Así es que lo que le critican a Calderón, volverá para quedarse sólo que corregido y aumentado. O qué, ¿hay algo diferente en esta tendencia entre Peña Nieto o Beltrones, por ejemplo? Desde luego que no; y al renovar la calidad de sus candidatos, -por estrategia audaz- con el casi gobernador de Nuevo León y dos que tres más por su hermosa juventud, éstos ¡tampoco lo serán! Porque la semilla está en la herencia priista; y si no, en dos años confirmarán o desecharán lo que de ellos, la democracia espera…en vano.
Así es que de no aprobarse la creación de una Contraloría verdaderamente SOCIAL, que se preocupe y ocupe de darle puntual seguimiento y evaluación a las promesas de campaña y por supuesto con suficiente autoridad legal para supervisar la rendición de cuentas de los partidos políticos especialmente relacionados con el periodo electoral 2009, México, no seguirá siendo lo que es; sino peor. ¿Por qué? Porque para las decisiones políticas en el 2012 la partidocracia tendrá que llegar con legisladores reelegibles, (no los actuales, sino los que se elijan entonces); sin plurinominales y acotado su número a la realidad legislativa; con candidatos independientes de probada solvencia moral y política, no oportunistas; con un IFE elegido por la ciudadanía y con normatividad depurada para los fines electorales; y lo que es más, con una ciudadanía liberada de ataduras publicitarias al través de una nueva ley que rija la actuación de los medios masivos de comunicación, sin limitar la libertad de expresión –al contrario, fortalecerla- pero sin crear “dioses perversos”. Y esto sólo puede lograrse con el apoyo profesional de una CONTRALORÍA SOCIAL.
Grupo Fórmula, por ejemplo, sostuvo el spot “Por un México Verde” hasta un día antes de las elecciones.
Y no se diga que para eso ya existe la Auditoría Superior de la Federación porque este organismo carece de autonomía integral. Habría qué dársele de inmediato, y ser electo el Auditor Superior, por la ciudadanía, no por los diputados, por obvias razones que no vienen al caso analizar, por ahora. Pero aún así, los fines son distintos.
La Contraloría Social sería para asegurar que ahora sí los legisladores se ocupen de las reformas estructurales del Estado, y en caso contrario denunciarlos ante la opinión pública. Y por supuesto, seguirle los pasos al PVEM para que cumpla, con el apoyo de su socio mayoritario, que se legalice la pena de muerte a secuestradores que maten o mutilen a sus víctimas tal cual prometieron. De no ser así el cinismo político con el que engañaron a sus electores quedaría impune.
Cuenta el Popular Pacho Garfias en su columna periodística:
“…Un indigente mutilado, que no tenía piernas ni brazos y se arrastraba en un carrito, comenzó a echarle piropos subidos de tono, a una mujer. “¡Qué buena estás!”, le dijo. “No sea grosero, señor”, protestó la muchacha. “Me gustaría darte unos besotes”, insistió el mendigo. “¡No se pase!”, repuso, molesta, la mujer. “¡Ma-ma-ci-ta!”, volvió a decir. Al ver que nada detenía al indigente, la mujer apeló a la justicia divina. “Lo va a castigar Dios”, le advirtió. Sin mucho pensarlo, el mutilado reviró: “Pues sólo que me quite el carrito…”
La interpretación queda al gusto de cada quien.
La manzana de la discordia:
Miren, amigos de mi postigo, echarle más leña al fuego para que EL PAN se desvanezca de las preferencias futuras del electorado, resulta innecesario: sus más “distinguidos” partidarios se encargan de esto. Claro que el PRI, dice haber triunfado porque “rehuyó” a entrarle a las descalificaciones; pero en verdad no le dio tregua a su principal objetivo: Felipe Calderón Hinojosa. Ninguna reforma de importancia para darle facilidades al gobierno en turno, se aprobó, pero sí configuró un IFE a su conveniencia. ¿Por qué? Porque el PRI ordenó a sus legisladores no solo oponerse sino montarse precisamente en un amplio pliego de descalificaciones a todo lo que emprendiera Calderón y sus cuadros de asesores. Tan es así que el PRI se dio a notar como contrario a la privatización de PEMEX, por ejemplo. ¿Por qué? Porque es “socialista”. Y no miente, porque durante sus más de 70 años de dictadura presidencial, giró de la derecha a la izquierda, sin rubor alguno, y en cada etapa aplaudió con gran vigor y entusiasmo la dirección elegida por su amo en turno: el “Presidente de la República”. Sí, un solo hombre, pero con el poder que quieren reconquistar.
Claro, el pretexto para no apoyar a FCH es que no tenía un proyecto de nación a gusto de ellos; porque proyecto había y estaba en el Plan Nacional de Desarrollo. Cierto, bien pudo estar mal estructurado y peor soportado; pero el país necesitaba unión, no discordia. Y esa unión no se dio porque para eso es la oposición política. Esto no es exclusivo de México, pero ¿por qué no cambiar esto que tanto daño hace a los pueblos en general? Si el PRI, en este caso, tal cosa hubiese pensado, de ellos bien pudo salir un proyecto mejor y abonar el retorno a ese poder que añoran.
Entonces: ¿Qué se propondrá ahora con su mayoría legislativa? ¿Se apurará a sacar del archivo las reformas que requiere el país, más que Felipe Calderón? Está por verse. Veamos:
A Calderón, le queda poco menos de tres años para re posicionarse de contar con esas reformas a tiempo; circunstancia que no le conviene al PRI en sus ansias de retomar el poder, sólo para hacer lo que sabe hacer. Entonces, lo que aprobarán serán reformas light para fortalecer su excelente camuflaje político, con el fin de conseguir sus propósitos que nada tienen que ver con los intereses nacionales. Es decir, astucia, le sobra para esto y más; y poco le importará defraudar a sus electores porque sabe cómo manejarlos; pero quizás se equivoque, de dársele paso a una fuerza en proceso de organizarse que se lo impida. Y como ésta será la manzana de la discordia, las baterías de descalificación se pondrán en el orden de todos los días.
La fuerza ciudadana, es la única salvación en puerta. Pero si se pervierte o desvirtúa, los mexicanos estaremos perdidos.
Es por lo tanto, ¡AHORA O NUNCA! ¡PIÉNSALE!

FIN