DESDE MI POSTIGO
Boletín sobre economía, política y social
C.P. Víctor M. Castillo Vargas
Diciembre 08 del 2008
MÁS SOBRE LA PENA DE MUERTE.
Miren ustedes, quienes opinan que la pena de muerte para secuestradores, violadores, mutiladores, y en general para quien priva de la vida a una persona inocente, al menos en materia delictiva, no es la solución para evitar que surjan nuevos criminales o se conserven los que gozan de impunidad, son básicamente de corte política; es decir, son medidas electoreras, que nada resuelven más que jalar votos para sus fines personales y partidistas.
Sí, hay posturas claras que responden a esa intención, como el gobernador Moreira y Manlio Fabio Beltrones, coincidentemente patrocinadores de un PRI, en efecto, siempre con tendencias electoreras. Por eso les recuerdan que fueron los priistas quienes gustosos eliminaron la pena de muerte de la Constitución y aprobaron los tratados internacionales donde sentencian que una vez fuera del espectro legal dicha pena capital, no hay reversa posible. Pero es evidente que piensan como políticos e influyen en ciertos columnistas para que piensen como ellos.
También es cierto que la política y los políticos se han ganado a pulso el descrédito que poco les importa, en tanto ganen elecciones, claro. El PRI perdió por decisión mayoritaria de los electores su poderosa dictadura, precisamente porque éstos ya estaban hartos de tantas mentiras. Y por supuesto es requeté cierto que el PAN pierde cada día más elecciones y sigue contribuyendo a eso, por lo mismo. AMLO, está en contra de la pena de muerte y arrastra a sus “desinteresados” seguidores porque su principal ideología política es ser “contreras” estrategia que sin bases firmes termina por chotearse; y ya lo consiguió, hoy por hoy, es botana política excepto entre la escasa población que se ve obligada a seguirlo, haga lo que haga.
Pero esto se deriva de los personajes que saben como montarse hasta en la desgracia familiar para ilustrar sus declaraciones a los medios y/o campañas políticas que sostienen camuflados en el engaño a la ciudadanía. El daño que hacen para satisfacer sus insanos intereses, es tan brutal, que nuestro país está como está, precisamente por ellos.
Aceptemos que la imposición de la pena capital, no inhibirá a otros criminales o a los mismos en libertad; pero se hará justicia, al menos, pensando en las familias que destruyen. ¿Rehabilitarlos? ¿Concederles el privilegio de ser protegidos por los Derechos Humanos? ¡Vaya pues! Eso si que es electorero, porque confían que esas familias destrozadas no llegan aún a ser mayoría entre los votantes, y por eso para ellos no cuentan. ¡Que se resignen a su destino y punto!
Discúlpenme, por favor, si estoy equivocado, y voten, por ejemplo por el PRI, para que retome su poder dictatorial. ¿Qué hacer entonces si el PRD está en plena etapa de reconstrucción y el PAN no sabe qué hacer con un gobierno extraviado por más que en el discurso diga lo contrario? ¿Resignarnos como le sugieren a las familias que se ven atacadas impunemente por criminales protegidos por los Derechos Humanos? ¿Cuánto cuesta al erario público mantener, cuidar su salud, enseñarles un oficio, o darles chance de que cursen una profesión como aquel criminalmente famoso “Goyo” Cárdenas? Y a la familia de las víctimas qué, ¿perdón y olvido? ¿Es humano esto? Puede que sea muy civilizado; sí, pero en los bueyes de los compadres.
Debo confesar que no tengo las respuestas. Pero ¿quién ha dicho que el debate sobre la aceptación o rechazo de imponer la pena capital, sea manejado por Beltrones o el PRI? Por supuesto que no, para eso hay organizaciones no gubernamentales con el suficiente prestigio para llevarlo a cabo. Quienes quisieran que fuera este “personaje” de la política o algún otro del mismo cuño priista, son los que quieren pervertir tal propósito de discusión sana y abierta de la ciudadanía, para convertirlo en, ahora sí, mezquina catapulta política. Si la ciudadanía dice que no, pues a defender los derechos “humanos” de los criminales; pero si dijera que sí, pues adelante con las reformas que sean necesarias. ¿O NO?
Por descontado debe darse que por sí misma la pena de muerte resuelva el problema de la criminalidad; por supuesto que no, hay muchos factores que inciden en enfermar más a mentes atacadas por el virus de la pobreza; y digo enfermar más porque enfermos ya lo están al dar cabida a la actividad criminal. Tampoco suponer con intenciones distrayentes que ya con la espada de Damocles en forma de pena capital, se acabará o reducirá la delincuencia criminal; pero lo pensaran dos veces antes de dedicarse a ella por negocio. Y claro, que mejorar la calidad para hacer justicia reduciría al menos, la posibilidad de cometer errores y condenar a inocentes por juicios amañados o deficientes intencionalmente. Pero esto de todos modos es urgente; imponer la pena capital, requiere al mismo tiempo mejorar procesos judiciales, erradicar la corrupción judicial, y profesionalizar los cuerpos de seguridad. Pero mientras tanto, la pena de muerte podría ser un inhibidor de conciencias sobre todo cuando se da por intereses de lucro. Matar en defensa propia, es válido; pero hay quien mata y alude en su favor la defensa propia, es muy cierto. Mientras no se erradique la corrupción, todo es posible. Sí, estamos lejos de la perfección; pero esto no quiere decir que jamás se busque.
Ahora bien, la crisis aún no llega, así es que ¿para qué preocuparnos?
Miren, desde luego todos hemos escuchado que hay una crisis mundial que está por llegar a México; es más, ya estamos sintiendo los primeros síntomas pero debemos mantenernos optimistas porque nuestro gobierno con el apoyo de la mayoría en el Congreso de la Unión, sabe lo que debe hacerse para enfrentarla cuando eso suceda. Tenemos un presupuesto blindado porque Hacienda tuvo la genial idea de comprar futuros de nuestras ventas petroleras al exterior a 70 dólares por barril durante todo el año próximo, ¿el costo? 1,500 millones de dólares, pero el ahorro es mucho más significativo, dicen, y además salió del fondo de estabilización donde hay ahorros importantes ¿ahorros? bueno fuera que en verdad existieran luego de satisfacer adecuadamente los programas sociales; además el IETU se sostiene, la escalada de precio en las gasolinas también; y nuestras autoridades fiscales han mejorado la recaudación, pues ahora todos pagan lo justo sin nada de triquiñuelas legales (¿¿¿???); habrá financiamiento suficiente para apoyar a las PYMES; la inversión en programas de construcción de infraestructura será importante, y se seguirá financiando la vivienda de interés social por el INFONAVIT, por lo que eso de que no habrá desempleo, pues desempleo, desempleo, lo que se llama desempleo pues no. La inflación, ¡bha! hay que ahorrar y organizarse mejor. Sí, todo está bajo control porque iniciando el año se inicia también la carrera por las competencias electorales; ah, pero éstas no tienen nada que ver, sólo tienen que ver para que se debata la implantación o no, de la pena capital; ¿QUÉ TAL? (Continuará).
Bueno, pues en materia política no todo está perdido; créanlo o no, la esperanza de encontrar una plataforma renovadora que converja en un reencuentro equilibrado entre el extremo socialista y el capitalista, para dar paso a una social democracia firme en sus convicciones de lograr el bienestar colectivo, está en los partidos por ahora minoritarios, pero que saben lo que quieren porque son de extracción popular; y de eso hablaremos al abrir nuestro próximo postigo.
FIN
Boletín sobre economía, política y social
C.P. Víctor M. Castillo Vargas
Diciembre 08 del 2008
MÁS SOBRE LA PENA DE MUERTE.
Miren ustedes, quienes opinan que la pena de muerte para secuestradores, violadores, mutiladores, y en general para quien priva de la vida a una persona inocente, al menos en materia delictiva, no es la solución para evitar que surjan nuevos criminales o se conserven los que gozan de impunidad, son básicamente de corte política; es decir, son medidas electoreras, que nada resuelven más que jalar votos para sus fines personales y partidistas.
Sí, hay posturas claras que responden a esa intención, como el gobernador Moreira y Manlio Fabio Beltrones, coincidentemente patrocinadores de un PRI, en efecto, siempre con tendencias electoreras. Por eso les recuerdan que fueron los priistas quienes gustosos eliminaron la pena de muerte de la Constitución y aprobaron los tratados internacionales donde sentencian que una vez fuera del espectro legal dicha pena capital, no hay reversa posible. Pero es evidente que piensan como políticos e influyen en ciertos columnistas para que piensen como ellos.
También es cierto que la política y los políticos se han ganado a pulso el descrédito que poco les importa, en tanto ganen elecciones, claro. El PRI perdió por decisión mayoritaria de los electores su poderosa dictadura, precisamente porque éstos ya estaban hartos de tantas mentiras. Y por supuesto es requeté cierto que el PAN pierde cada día más elecciones y sigue contribuyendo a eso, por lo mismo. AMLO, está en contra de la pena de muerte y arrastra a sus “desinteresados” seguidores porque su principal ideología política es ser “contreras” estrategia que sin bases firmes termina por chotearse; y ya lo consiguió, hoy por hoy, es botana política excepto entre la escasa población que se ve obligada a seguirlo, haga lo que haga.
Pero esto se deriva de los personajes que saben como montarse hasta en la desgracia familiar para ilustrar sus declaraciones a los medios y/o campañas políticas que sostienen camuflados en el engaño a la ciudadanía. El daño que hacen para satisfacer sus insanos intereses, es tan brutal, que nuestro país está como está, precisamente por ellos.
Aceptemos que la imposición de la pena capital, no inhibirá a otros criminales o a los mismos en libertad; pero se hará justicia, al menos, pensando en las familias que destruyen. ¿Rehabilitarlos? ¿Concederles el privilegio de ser protegidos por los Derechos Humanos? ¡Vaya pues! Eso si que es electorero, porque confían que esas familias destrozadas no llegan aún a ser mayoría entre los votantes, y por eso para ellos no cuentan. ¡Que se resignen a su destino y punto!
Discúlpenme, por favor, si estoy equivocado, y voten, por ejemplo por el PRI, para que retome su poder dictatorial. ¿Qué hacer entonces si el PRD está en plena etapa de reconstrucción y el PAN no sabe qué hacer con un gobierno extraviado por más que en el discurso diga lo contrario? ¿Resignarnos como le sugieren a las familias que se ven atacadas impunemente por criminales protegidos por los Derechos Humanos? ¿Cuánto cuesta al erario público mantener, cuidar su salud, enseñarles un oficio, o darles chance de que cursen una profesión como aquel criminalmente famoso “Goyo” Cárdenas? Y a la familia de las víctimas qué, ¿perdón y olvido? ¿Es humano esto? Puede que sea muy civilizado; sí, pero en los bueyes de los compadres.
Debo confesar que no tengo las respuestas. Pero ¿quién ha dicho que el debate sobre la aceptación o rechazo de imponer la pena capital, sea manejado por Beltrones o el PRI? Por supuesto que no, para eso hay organizaciones no gubernamentales con el suficiente prestigio para llevarlo a cabo. Quienes quisieran que fuera este “personaje” de la política o algún otro del mismo cuño priista, son los que quieren pervertir tal propósito de discusión sana y abierta de la ciudadanía, para convertirlo en, ahora sí, mezquina catapulta política. Si la ciudadanía dice que no, pues a defender los derechos “humanos” de los criminales; pero si dijera que sí, pues adelante con las reformas que sean necesarias. ¿O NO?
Por descontado debe darse que por sí misma la pena de muerte resuelva el problema de la criminalidad; por supuesto que no, hay muchos factores que inciden en enfermar más a mentes atacadas por el virus de la pobreza; y digo enfermar más porque enfermos ya lo están al dar cabida a la actividad criminal. Tampoco suponer con intenciones distrayentes que ya con la espada de Damocles en forma de pena capital, se acabará o reducirá la delincuencia criminal; pero lo pensaran dos veces antes de dedicarse a ella por negocio. Y claro, que mejorar la calidad para hacer justicia reduciría al menos, la posibilidad de cometer errores y condenar a inocentes por juicios amañados o deficientes intencionalmente. Pero esto de todos modos es urgente; imponer la pena capital, requiere al mismo tiempo mejorar procesos judiciales, erradicar la corrupción judicial, y profesionalizar los cuerpos de seguridad. Pero mientras tanto, la pena de muerte podría ser un inhibidor de conciencias sobre todo cuando se da por intereses de lucro. Matar en defensa propia, es válido; pero hay quien mata y alude en su favor la defensa propia, es muy cierto. Mientras no se erradique la corrupción, todo es posible. Sí, estamos lejos de la perfección; pero esto no quiere decir que jamás se busque.
Ahora bien, la crisis aún no llega, así es que ¿para qué preocuparnos?
Miren, desde luego todos hemos escuchado que hay una crisis mundial que está por llegar a México; es más, ya estamos sintiendo los primeros síntomas pero debemos mantenernos optimistas porque nuestro gobierno con el apoyo de la mayoría en el Congreso de la Unión, sabe lo que debe hacerse para enfrentarla cuando eso suceda. Tenemos un presupuesto blindado porque Hacienda tuvo la genial idea de comprar futuros de nuestras ventas petroleras al exterior a 70 dólares por barril durante todo el año próximo, ¿el costo? 1,500 millones de dólares, pero el ahorro es mucho más significativo, dicen, y además salió del fondo de estabilización donde hay ahorros importantes ¿ahorros? bueno fuera que en verdad existieran luego de satisfacer adecuadamente los programas sociales; además el IETU se sostiene, la escalada de precio en las gasolinas también; y nuestras autoridades fiscales han mejorado la recaudación, pues ahora todos pagan lo justo sin nada de triquiñuelas legales (¿¿¿???); habrá financiamiento suficiente para apoyar a las PYMES; la inversión en programas de construcción de infraestructura será importante, y se seguirá financiando la vivienda de interés social por el INFONAVIT, por lo que eso de que no habrá desempleo, pues desempleo, desempleo, lo que se llama desempleo pues no. La inflación, ¡bha! hay que ahorrar y organizarse mejor. Sí, todo está bajo control porque iniciando el año se inicia también la carrera por las competencias electorales; ah, pero éstas no tienen nada que ver, sólo tienen que ver para que se debata la implantación o no, de la pena capital; ¿QUÉ TAL? (Continuará).
Bueno, pues en materia política no todo está perdido; créanlo o no, la esperanza de encontrar una plataforma renovadora que converja en un reencuentro equilibrado entre el extremo socialista y el capitalista, para dar paso a una social democracia firme en sus convicciones de lograr el bienestar colectivo, está en los partidos por ahora minoritarios, pero que saben lo que quieren porque son de extracción popular; y de eso hablaremos al abrir nuestro próximo postigo.
FIN
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